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Madre de Dios y Madre Nuestra. Fátima, Ámsterdam y Garabandal

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MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA

Se describen en este libro tres apariciones de la Virgen: Fátima (1917), Ámsterdam (1945-1959) y Garabandal (1961-1965). En las tres hay un mensaje que invita a la conversión y una progresiva revelación más explícita del papel de María Santísima en los tiempos actuales, con anuncios proféticos complementarios. Después de exponer cada una de estas apariciones, se explica su aplicación a nuestros días, su relación entre ellas y las respuestas que correspondería dar a las peticiones de Nuestra Señora.

En esta segunda edición, además del prólogo de Javier Paredes de la primera edición, se añade otro escrito por el padre Justo Lofeudo, promotor desde hace años de numerosas adoraciones perpetuas en España y en otros países de Europa.

El autor
SANTIAGO LANÚS

Santiago Lanús nació en Buenos Aires, donde reside actualmente. Siendo adolescente, conoció en circunstancias providenciales las apariciones de Garabandal, y desde entonces dedica su vida sobre todo a difundir estas apariciones. Ha dado numerosas conferencias en distintas ciudades de Argentina, así como en España y Portugal. Es autor de los portales de Internet www.virgendegarabandal.com y www.pueblodemaria.com , donde se pueden encontrar artículos. Información y sobre todo testimonios en audio y video de los testigos oculares de las apariciones de Garabandal y de otras apariciones de la Virgen. Muchos de estos testimonios han sido grabados en el programa de radio “Pueblo de María”, del que es productor y locutor.

Las cuatro videntes de Garabandal

 

Del prólogo del libro escrito por el profesor Paredes

Hace ya meses que un buen amigo me regaló el libro Con voz de Madre, editado en Argentina. Él sabía de mi interés por las apariciones marianas y quería conocer mi opinión. Me leí el libro de una sentada, porque está muy bien escrito. Y me llamó poderosamente la atención el tratamiento que se daba a las apariciones de Garabandal. No me atrevería yo a decir que todo, pero de lo sucedido en San Sebastián de Garabandal puedo afirmar que lo he leído casi todo, en papel y en la red. En el libro Con voz de Madre daba gusto leer cosas sobre temas tan delicados, escritas por una persona de buen criterio. Y creí que era tan necesario dar a conocer ese libro en España, que desde entonces inicié toda una serie de gestiones para que se pudiera editar en nuestra patria. Y gracias a Dios, hoy puede ver la luz en la editorial San Román con el título Madre de Dios y Madre Nuestra.  Fátima, Ámsterdam y Garabandal.

Todo lo que he leído de las apariciones marianas, lo he hecho como devoto de la Virgen María y con mentalidad de historiador, porque después de tantos años en este oficio la mentalidad ha derivado en mí en deformación profesional. Y además para el historiador especializado en la Edad Contemporánea, como es mi caso, las apariciones marianas constituyen un reto intelectual y  una clave importantísima para entender el mundo actual. Los que nos dedicamos a explicar el nacimiento del los partidos políticos, la acción de los sindicatos o la influencia de la prensa etc., que afectan a muchas personas, ¿cómo vamos a excluir de nuestro relato histórico las apariciones marianas, que forman parte de la realidad concreta de millones de personas, hasta el punto de hacerlas cambiar de vida a muchas de ellas, por tener en su conciencia mayor influjo, que un partido político, un sindicato o un periódico?

Más me atrevería a decir. Si Dios es el Señor de la Historia, como afirmara el beato Juan Pablo II, no puede permitir que su Madre desentone en el curso de la Historia. Por lo tanto sus apariciones, además de la finalidad religiosa, también han de tener un sentido histórico, porque ni Dios ni la Virgen María hacen cosas raras ni vanas. Por ese motivo, cuando comienza la Edad Contemporánea con la Revolución Francesa (1789), la Virgen María como veremos se aparece de manera diferente a como lo ha hecho hasta entonces. Desde hace dos siglos ha bajado del Cielo en múltiples ocasiones, no tanto para comunicar algo a un vidente de modo particular, sino más bien para utilizar a esos videntes como intermediarios para transmitir mensajes a todos sus hijos. De manera que en cierto modo se podría afirmar que durante los siglos XIX  XX y lo que va del actual la Virgen María se nos está “apareciendo” a todos nosotros.

Algo habíamos estropeado sus hijos, que obligaba a la Virgen a actuar de un modo diferente a como lo había hecho hasta entonces. Sin duda, no son pocas las veces en las que los hombres le han dado la espalda a Dios a lo largo de los siglos. Pero durante la Revolución Francesa, la Hija Primogénita de la Iglesia, hizo prisionero al Papa Pío VI (1775-1799) y, sin respetar su dignidad ni sus 81 años, fue llevado de Roma a Francia, a donde llegó en un estado tan grave que falleció en Valence-sur-Rhône el 29 de agosto de 1799. El clero de Iglesia Constitucional de Francia, que había jurado la cismática Constitución Civil del Clero, le negó a Pío VI un entierro cristiano. El prefecto de la localidad escribió en el registro de defunciones: “Falleció el ciudadano Braschi, que ejercía la profesión de pontífice”. Y los periódicos franceses dieron la noticia con este titular: “Pío VI y último”.

Pero es tan de Dios la Iglesia Católica, que sigue en pie después de más de dos mil años, a pesar de los intentos que ha habido en estos veinte siglos para destruirla. Y en modo alguno nos puede sorprender el odio contra los cristianos, si recordamos que el mismo Jesucristo profetizó que lo mismo que le persiguieron a Él otro tanto harían con sus seguidores.